Garrapatas y la transmisión de enfermedades
En los últimos días se ha podido leer/oir en varios medios de comunicación la siguiente noticia “han encontrado
garrapatas infectadas con la fiebre Crimea-Congo”. De hecho el verano pasado falleció en Avila una persona. Si bien no pasa todos los días, probablemente todos los años alguien muera en España por ese
motivo, y desde luego, muchas más
personas de las que pensamos enferman gravemente por ello. ¿Por qué tanto revuelo esta vez?....Sobre
todo, porque el virus que en este caso ha transmitido la garrapata es causante de una
enfermedad extremadamente grave, y que a diferencia de muchas otras infecciones
graves , también transmitidas por las garrapatas, es capaz de extenderse con facilidad a las personas que cuidan del
enfermo. La buena noticia es que muy posiblemente no haya más casos de Fiebre Hemorrágica de
Crimea Congo por un tiempo en nuestro país,
de la misma forma que ha habido algún caso aislado en Francia ,
Portugal, Alemania y Reino Unido en la
última década y no se han vuelto a repetir.
Fuente: http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2017/04/21/58fa2604268e3e5d138b473f.html |
Así, sin alarmismos,
sería bueno tener unas nociones
para que, aunque se acabe por un tiempo
la Fiebre Hemorrágica, no contraigamos
otras enfermedades por culpa de estos bichos.
El sitio donde se puede ser presa de ellos es en cualquier terreno con
hierbas o maleza, ya sea un parque en la ciudad (raro), en un paseo por el campo, o en nuestro propio
jardín si alguna vez nuestros animales domésticos volvieron con esa
desagradable compañía y no los desparasitamos en un tiempo prudencial. Por tanto, cada vez que volvamos de un sitio
de riesgo, toca verificar que nosotros o
nuestras mascotas no venimos “acompañados”;
si nos encontramos el bicho ( o bichos ) agarrado a la piel, lo que toca
es quitarlo de ahí lo antes posible, ya que es excepcional que transmitan
enfermedad alguna en las primeras 24 horas.
No es recomendable quemar o echarle nada encima a la garrapata mientras
está unida a la piel, ni tampoco
intentar aplastarla, pues la reacción ante la agonía es la de regurgitar en la
herida. Si tenemos valor y pulso, y unas
pinzas finas acabadas en punta, la cogeremos justo a ras de piel, sin apretar
mucho y tirando de forma lenta , mantenida y sin girar hasta que la
separemos; una vez separada, a un
frasquito con alcohol por si es necesario identificar la especie concreta más
tarde.
Fuente: http://cdn.medicalpress.es/wp-content/uploads/2012/05/enfermedad-de-lyme.jpg |
Ante cualquier inflamación en el lugar de la picadura,
o malestar general, es muy importante acudir
al médico mencionando el antecedente de picadura .
Y como más vale prevenir que curar, mejor volver de las excursiones sin compañía,
para ello, cuanto más vestidos vayamos mejor, ya que no suelen agarrarse a la ropa.
El uso de repelentes de insectos de calidad (es imprescindible que el repelente
tenga entre sus componentes DEET -Di Etilen Toluamida) , también es de gran
ayuda.
Fuente: Dr. Ricardo José Vaamonde Martín especialista en Medicina Preventiva y Salud pública.
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