Buscar este blog

viernes, 7 de abril de 2017

Servicio Manitas dentro de muchos seguros del hogar

Las compañías de seguros combaten la crisis y la tendencia del ciudadano a ahorrar mediante la contratación de menos coberturas tratando de hacer sus productos más atractivos. En el caso de las pólizas Multirriesgo Hogar, una de las formas de hacer más apetecible el seguro de hogar a alguien que no está dispuesto a gastarse muchos euros en este tipo de protección es el Servicio Manitas.
Esta oferta se enmarca dentro del diseño de seguros de Hogar cada vez más flexibles, modulares, adaptables a las cambiantes circunstancias del cliente. Lo que los expertos del marketing asegurador denominan un algo pomposamente “seguros a la carta”.
Con diferentes denominaciones más o menos acertadas, el Servicio Manitas es ofrecido por un número creciente de compañías de seguros como una cobertura más del seguro Multirriesgo Hogar. El cliente puede llamar a su aseguradora para que le envíen un profesional del bricolaje, el “manitas”, para colgar cuadros, montar muebles, arreglar una persiana o un grifo.
El Servicio Manitas es, en principio, gratuito. Pero, como en todo lo que tiene que ver con un seguro, tienes que estar muy atento a la letra pequeña
El Servicio Manitas es, en principio, gratuito. Pero, como en todo lo que tiene que ver con un seguro, tienes que estar muy atento a la letra pequeña. Debes examinar, sobre todo, las condiciones del Servicio:
  • Cuántas operaciones cubre
  • Si hay o no un tope máximo de horas de asistencia
  • Si es operativo única y exclusivamente para situaciones de emergencia
  • Si se aplica solamente para la vivienda habitual
También debes tener en cuenta que es un servicio, no un seguro sobre reparaciones o bricolaje. Tampoco puedes pretender que, con el Servicio Manitas, la compañía de seguros termine haciéndose cargo de la reforma de tu casa.
El servicio manitas no sirve para reformar tu casa, sino para bricolaje y pequeños arreglos...
Se trata de bricolaje: colgar cuadros, cortinas o lámparas; cambiar enchufes eléctricos; montar un mueble. No de reformas del hogar, como cambiar de arriba abajo el cuarto de baño o poner parqué. Eso no está cubierto por ningún servicio del seguro Multirriesgo Hogar, y mucho menos a coste cero para el cliente.
Si tienes esto claro, el Servicio Manitas, es ideal para aquellos que requieren de ayuda en trabajos pequeños o reparaciones en la vivienda, pero que por desconocimiento o falta de tiempo no pueden llevarlo a cabo.
Desde este planteamiento, es bueno que el seguro Multirriesgo Hogar cuente con el Servicio Manitas. Éste se enmarca dentro de la creciente tendencia de las compañías aseguradoras de dar más valor a la póliza de Hogar mediante servicios de asistencia.

Comprueba el alcance real del servicio de manitas

Así que comprueba si tu seguro de Hogar cuenta con el Servicio Manitas o no. Si estás buscando un seguro Multirriesgo Hogar, o estás en el proceso de renovación del que ya tienes, aprovecha para que te incluyan este servicio, obviamente sin tener que pagar más.
Si vas a renovar intenta que te metan la cobertura de manitas y si no lo consigues... ¡Cambia de seguro de hogar!
Pero insistimos en que compruebes el alcance real del Servicio Manitas. Por ejemplo, el Seguro Vivienda del BBVA, que ofrece tres servicios sin coste adicional (Manitas, Asistencia Informática Remota, y Mantenimiento por Uso y Deterioro), deja muy claro que cubre una intervención al año, tres horas de mano de obra gratis, desplazamiento y una garantía de seis meses. Se agradece que no haya que recurrir a la lupa para verlo en la letra pequeña, sino que precisa los límites del Servicio Manitas desde el principio.
“Os enviamos a un profesional para que se encargue de los pequeños arreglos e instalaciones de la casa”, señala la póliza. Más allá de las limitaciones, el asegurado tendrá la posibilidad de contar con el Servicio Manitas “bajo tarifas especiales”.
Es interesante también examinar con cierto detenimiento la relación de trabajos que están contemplados en el Servicio Manitas. Sobre todo, para no encontrarse con sorpresas desagradables y, además, bastante onerosas para la cuenta corriente.

Ofertas para todos los gustos

Manitas con el seguro de hogar de Mutua Madrileña

Mutua Madrileña ofrece en su producto MM Global Plus una cobertura exclusiva de mantenimiento, que protege ante daños producidos por el agua como filtraciones propias, reparaciones en cisternas, grifos y llaves de paso, fugas del radiador, atascos sin daños y mantenimiento de persianas. Con el Servicio Manitas, incorporado al seguro de Hogar de Mutua Madrileña, el asegurado podrá contar con la ayuda que necesita para realizar pequeñas reparaciones en casa. Podrá disfrutar de una visita gratuita al año, en la que dispondrá de tres horas para instalaciones y otras pequeñas reparaciones del hogar. Pero la mutua deja muy claro que “el tiempo no consumido de este servicio no podrá ser sumado a posteriores visitas”. También, que el Servicio Manitas se prestará en días laborables, de lunes a viernes de 9 a 19 horas. Además del Servicio Manitas, Mutua Madrileña ofrece en este seguro Multirriesgo Hogar, el de más prestaciones y, obviamente, también el más caro, asistencia informática y multimedia, con atención presencial, telefónica y sin límites de ordenadores o equipos (ya que cubre GPS, cámaras digitales, y otros artilugios de esas características).

Sede de la Mutua Madrileña
Los titulares de las tarjetas Oro y Platino de Mutua Madrileña reciben el Servicio Manitas desde el primer año de contratación, un servicio de bricolaje de tres horas de mano de obra gratuita en una visita al año para pequeñas reparaciones en el hogar.
Para los mutualistas Platino (la gama más alta de la oferta de Mutua Madrileña), se ofrece el Servicio Manitas Auto. Mediante este sistema, un profesional “se desplazará gratuitamente a su domicilio para realizar pequeñas operaciones de mantenimiento de su automóvil, como cambiar unas escobillas del limpiaparabrisas, o una bombilla, colocar accesorios portaequipajes o hasta configurar dispositivos bluetooth.

Manitas en los seguros de Mapfre

Mapfre, una de las compañías de seguros más madrugadoras en la comercialización de seguros Multirriesgo Hogar con Servicio Manitas (primero para nuevos clientes, luego para renovaciones de esta póliza), contempla un servicio de reparación de electrodomésticos de línea blanca que incluye el desplazamiento, las piezas y tres horas de mano de obra por intervención.
En la aseguradora precisan que lo que se busca es facilitar la vida cotidiana al asegurado, y que para acceder al Servicio Manitas no hace falta que se haya producido un siniestro en la vivienda.

Otros seguros que también cuentan con el servicio Manitas

Liberty Seguros ha incluido el bricolaje y la asistencia informática y jurídica en sus tres opciones de contratación del seguro del Hogar (Basic, Plus o Premium). El Servicio Manitas aparece incluso en la póliza más económica.
En el caso de AXA, este servicio Manitas solamente aparece incluido en los seguros Multrriesgo Hogar de alta gama, los denominados Premium. Son las pólizas con mayores coberturas, pero también las que tienen primas más elevadas.
En los supuestos no amparados por el resto de coberturas del seguro Multirriesgo Hogar, Reale asumirá el coste de desplazamiento y las primeras dos horas de mano de obra de un servicio de bricolaje no urgente en la vivienda asegurada. El asegurado deberá hacerse cargo de los materiales empleados y, en su caso del exceso de tiempo de mano de obra que se pudiera producir a raíz de la prestación de este servicio.
El Multirriesgo Hogar Plus de Caja España Duero incluye un servicio de Asistencia Informática y el Servicio Manitas.

Fuente: http://ahorro.acierto.com/seguros-hogar/seguros-manitas-incluido

jueves, 6 de abril de 2017

Elegir una almohada

Elegir una almohada


En el mundo del descanso esta es la elección más difícil de aconsejar. ¡Es tan personal! Pero no renuncio a darte unas pautas que, si quieres, pueden hacer que tus posibilidades de acertar sean sensiblemente mayores.
La almohada es el elemento del descanso que más está condicionado por nuestros cambios de postura durante el sueño. Necesitaríamos una almohada distinta para cada posición y eso no va a ser posible. No obstante todos tenemos la sensación de haber dormido mejor con una determinada almohada que con otra. Incluso hay a quien le resulta impensable dormir con una almohada que no sea la “suya”. ¿Por qué?

Veamos primero los principales tipos de almohadas en el mercado:
- Almohadas de plumas. Son blandas, “naturales”, tradicionales, no especialmente higiénicas, algo calurosas y, si son buenas, algo caras.
- Almohadas de fibras. La firmeza es variable pero, en general son blandas, sintéticas, no especialmente calurosas y baratas.
- Almohadas de látex. Aunque las características no son idénticas si son naturales o sintéticas, en general tienen un tacto mullido, firmeza media pero no se “hunden” demasiado, su adaptabilidad no es la mayor pero permiten libertad de movimientos, sensación de calor media y precio medio/alto.
- Almohadas viscoelásticas. La firmeza es progresivamente adaptable, pueden ser algo duras si están frías pero con el calor corporal se adaptan muy bien. Tienden a hundirse y “atrapar” la cabeza, pueden dar una sensación bastante calurosa. Precio medio/alto.

El primer consejo que puedo darte es obvio, si estás a gusto con la almohada que has utilizado hasta el momento, elige una igual o de características lo más parecidas posible. Si cambias de colchón, puede cambiar la sensación de tu almohada pero, en principio, no debería ser demasiado.
La sensación que te produce una almohada probándola un minuto no es definitiva. Hasta que no duermas con ella no sabrás realmente si es la más adecuada para ti.
Con todos los respetos, preguntar en qué postura duermes para elegir una almohada es una tontería. Como sabes, todos cambiamos muchas veces de postura a lo largo de la noche. En todo caso sería correcto preguntar en qué postura duermes más tiempo durante la noche, pero ¿alguien lo sabe? ¿Y esa postura no está, en parte, condicionada precisamente por la almohada que usas? Si no vas a grabarte durmiendo, es mejor olvidarlo.


Teóricamente las almohadas viscoelásticas al ser las más adaptables serían las mejores puesto que reaccionarían de forma distinta según nuestra postura fuera variando a lo largo de la noche. Esto es verdad pero la práctica me indica que presenta dos inconvenientes a veces insalvables. Por un lado la sensación de encajonamiento de la cabeza a muchas personas les resulta insoportable, les cuesta moverse y se sienten “ahogadas”. Por otro, precisamente por ese acoplamiento a la cabeza, la percepción de calor es alta. En mi opinión, si tu opción es ésta, yo elegiría una viscoelástica perforada. Disminuye algo la adaptabilidad pero mejora sensiblemente el calor y el “atrapamiento”.
Las almohadas de látex mantienen la mayor altura una vez acostados, adecuado para dormir de lado. Como hemos comentado permiten gran libertad de movimiento y no son tan calurosas.
Es una opción personal pero si tengo que elegir entre una almohada de plumas u otra de fibras, escojo ésta última si es buena. El precio es mejor, las sensaciones similares, el riesgo de alergias es menor e incluso aunque baja, podría haber relación de las plumas con alguna patología pulmonar. Las almohadas de fibra son las más adecuadas para dormir boca abajo (algo que no es aconsejable pero que ocurre con cierta frecuencia) y correctas para dormir boca arriba.

Mención especial debe hacerse de las almohadas cervicales. Tienen la forma de “dunas” que aparecen en el dibujo. Pueden estar hechas con látex o viscoelástica. Es un tipo de almohada arriesgado, a mucha gente no les gusta pero sus partidarios son muy fieles.

Hasta ahora hemos comentado características y preferencias de las almohadas en función de la posición del durmiente pero también hemos dicho que cambiamos constantemente de postura. 
¿Entonces qué hacer?
Si nos ponemos a pensar, todos recordamos cuál es la última postura que solemos adoptar, de forma natural, justo antes de dormirnos. Mi consejo es utilizar la almohada más adecuada para esa postura. Justo antes de dormir alcanzamos un estado de semiinconsciencia en el cuál, la postura que adoptamos no es voluntaria. Podríamos decir que es instintiva. No tiene por qué ser buena pero es la nuestra. Si queremos favorecer el sueño, o al menos dormirnos en el menor tiempo posible, lógicamente tenemos que estar lo más cómodos que podamos y en eso influye mucho la almohada.

Si nos dormimos boca abajo (mala postura). Aconsejaría una almohada de fibra, muy suave (efecto pluma) y no muy alta. Este tipo de almohadas suele tener una altura en torno a los 15cm. En este caso es mejor que ronden los 12/13cm. Hay que tener en cuenta que estas almohadas se hunden mucho y, una vez apoyados no superarán los 4/5 cm. Hay algunas personas que a la hora de dormir apartan su almohada, reposan directamente la cabeza sobre el colchón y, durante el sueño, la colocan dormidos para cambiar de postura. Si ese es tu caso, usaría una almohada de látex de no más de 13cm. de altura. Me parece el soporte más adecuado para dormir de lado y esa es la postura más frecuente y mejor.

Si nos dormimos de lado (la mejor postura). Como hemos comentado en el punto anterior optaría por el látex. La altura en torno a los 13 cm. es correcta ya que el látex se hunde poco cuando nos apoyamos en él. No obstante esta medida es adecuada para una complexión media y un colchón de firmeza y adaptabilidad también intermedios. Si te consideras “ancho de hombros necesitaras una altura mayor, y menor en caso contrario. Otra opción es una almohada viscoelástica que como hemos comentado, aconsejamos perforada.

Si nos dormimos boca arriba (buena postura). Recomendaría una vez más una almohada de fibra y, en su defecto una almohada viscoelástica perforada no muy alta.

Si no lo tenemos claro. La más versátil es la almohada viscoelástica. Es la que más se adapta a distintas posturas sin ser, en mi opinión, la mejor en ninguna. Insistimos en que resulta más aconsejable una perforada.
Podemos haber acertado en elegir la almohada más adecuada para dormirnos y sin embargo, cuando nos despertemos, sentir molestias cervicales. Esto se deberá a que durante la noche adoptamos una postura contraria durante mucho tiempo (no es lo más normal, lo habitual es que la postura más frecuente sea aquella en la que nos dormimos). Si podemos recordar los momentos de incomodidad durante el sueño, nos daremos cuenta si la almohada nos resultaba demasiado alta o baja y cambiarla. (Afortunadamente no es el elemento más caro del descanso). No es una mala inversión para detectar cuál es nuestro tipo de almohada más adecuado. En el futuro será una información muy valiosa.

Respecto a cuál es la mejor postura, no hay unanimidad de criterios. El que se indica en este artículo es el mayoritario, contrastado con traumatólogos y fisioterapeutas. En lo único que está todo el mundo de acuerdo es en que la peor postura es boca abajo. En cualquier caso, tanto de lado como boca arriba, no es una mala forma de dormir.
El último consejo, al dormir en pareja no utilicéis una almohada para los dos. Es mucho más aconsejable que cada uno utilice la suya, aunque sean iguales.

Fuente:  https://www.desdemicolchon.com/blog/43-elegir-una-almohada

martes, 4 de abril de 2017

Cómo dejar de recibir publicidad no deseada

Cómo dejar de recibir publicidad no deseada

Spam telefónico

Te acosan por tierra, mar y aire: cartas, e-mails y llamadas en las que intentan endilgarte tarifas, seguros, descuentos... Les pides que paren y no lo hacen. Les dices que no te interesa y no te escuchan. Pero existe una sencilla maniobra en 2 pasos para librarte de ellos.

1. La Lista Robinson

Nunca te llevarías a un teleoperador a una isla desierta.
Para cortar amarras con el acoso comercial existe la Lista Robinson, un registro en el que se apunta quien no quiere recibir publicidad.
Funciona, pero con 2 matices importantes:
  • 1) La Lista Robinson te protege de las entidades con las que nunca has tenido relación. Si se trata de una empresa con la que tienes o tuviste contrato, tienes que contactarles directamente para exigirles que dejen de enviarte publicidad. 
  • 2) Tienen que pasar 3 meses desde el momento en que te apuntas para que la Lista Robinson empiece a hacer efecto. 
No lo dudes: apúntate aquí ahora mismo. Se hace en 5 minutos.
  • Primero tendrás que registrarte: das tus datos, recibes un e-mail para confirmar y ya tienes tu nombre de usuario (el DNI o NIE) y una clave numérica.
  • Después bastará pinchar en "Acceso al servicio": te piden nombre y clave para acto seguido preguntarte por qué vía quieres dejar de recibir publicidad. 
Las opciones son e-mail, teléfono (móvil y fijo), correo postal y mensajes SMS/MMS. Se activan por separado, indicando tu dirección/número.
Cada paso que des será confirmado con un e-mail: conviene guardar estos correos como prueba.
Para las empresas con las que tienes o tuviste contrato: envía e-mail o carta pidiendo que dejen de enviarte publicidad. La web de la Lista Robinson te facilita un buscador de entidades para hacerles llegar tu petición. Conserva todo lo que envíes.

2. Denunciar en la Agencia de Protección de Datos

Es el lugar en el que denunciar si las empresas pasan de ti y siguen acosándote. Puedes denunciar si:
  • ya han pasado 3 meses desde que te apuntaste a la Lista Robinson y aun así te siguen llamando o escribiendo entidades con las que nunca has tenido relación.
  • empresas con las que tienes o tuviste contrato ignoran tus peticiones de dejar de recibir publicidad. 
En la web de la Agencia encontrarás todo lo que necesitas para escribir tu denuncia.
Podrás presentarla por Internet (si cuentas con firma electrónica) o en persona yendo a la C/ Jorge Juan, 6 (28001, Madrid).
Las multas de la Agencia de Protección de Datos hacen temblar a las empresas. Si mucha más gente reclamase, las cosas cambiarían.

Lo que dice la Ley 

La Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) fija los límites para las empresas.
Dice que si quieren usar tus datos para mandarte publicidad, deben cumplir uno de estos requisitos:
  • Que tus datos estén en bases de datos públicas: a estas alturas tus datos están en tantas partes que resulta difícil aclararse. Por eso la Ley les obliga a decirte en cada comunicación de dónde han sacado tus datos.  
  • Que les hayas dado tus datos voluntariamente: para atajar esto tienes tanto la Lista Robinson como las peticiones de no recibir más publicidad que debes hacer a las empresas con las que tienes o tuviste contrato. 
Fuente:  https://www.ocu.org/tecnologia/internet-telefonia/noticias/evitar-spam

lunes, 3 de abril de 2017

Conservar los embutidos



Cómo conservar embutidos


Desde la más remota antigüedad, el hombre ha tratado de conservar los alimentos en buen estado el mayor tiempo posible para un consumo posterior al momento de su obtención. En el caso de los embutidos los procesos de salazón, de ahumado, de adobo o de inmersión en aceite de oliva son técnicas naturales empleadas desde antaño y que, actualmente, aún se realizan. En otra ocasión nos adentraremos en estos métodos, pero hoy nos vamos a centrar en sencillos trucos sobre cómo conservar los embutidos una vez que llegan a nuestra casa.

La conservación de los embutidos es un aspecto a tener muy en cuenta durante todo el año, aunque bien es cierto que durante los meses más fríos, en los que predominan las bajas temperaturas, es un tema más fácil de tratar que en épocas más calurosas. A pesar de eso, tanto en verano como en invierno es todo un placer degustar un buen embutido y, en el fondo, su conservación no es algo tan problemático. Los métodos a emplear son prácticamente los mismos a lo largo de todo el año, lo fundamental es encontrar el lugar idóneo para guardar nuestros manjares. Ahora entenderéis porqué…


- Conservación de embutidos en pieza entera (empezada o no) -

Antes de caer en la tentación, es decir, cuando los embutidos están sin empezar, las preocupaciones por su conservación son menores, sobre todo si hablamos de productos curados. Pero una vez que se comienza la pieza, el tiempo corre en nuestra contra, ya que hay que darse más prisa en consumir los productos que si estos estuvieran aún sin cortar. Pero tranquilos, que aquí está la clave para que no tengáis que daros un buen atracón de embutido por “necesidad”, ya que por voluntad propia siempre es bienvenido ;)

”La regla de oro” para la perfecta conservación de los embutidos curados (y jamones, paletas y cecinas) es dejarlos colgados sin que las piezas se toquen, en un lugar fresco (entre 15 y 20ºC, donde no haya cambios muy bruscos de temperatura) para que los productos no suden, que esté seco y bien ventilado y que sea lo más oscuro posible, evitando en todo momento que la luz solar incida sobre las piezas de manera directa. Así es como nuestras abuelas conservaban, por ejemplo, los chorizos, colgándolos en los varales o en alguna punta.

 Chorizos de León en bodegas, colgados en varales, frescos y a oscuras

Una despensa, una bodega, una alacena, una fresquera o una mosquera son lugares perfectos. De todas maneras, no hay que dejarlos ahí olvidados mucho tiempo, ya que con el paso de los días se irán endureciendo y después será difícil hincarles el diente. Si las piezas a colgar ya están empezadas, el área del corte tiene que quedar mirando al suelo y bien tapado para que no se encuentre en contacto con el aire. Lo recomendable es untar la zona de corte con un poco de aceite de oliva para que el embutido no se ponga rancio, y taparla con un poco de papel de film trasparente.


- Conservación de embutidos loncheados -

Muchas veces compramos embutidos loncheados para consumirlos de manera más fácil, pero así suelen tener una duración menor que las piezas enteras. Para una mejor conservación de los embutidos presentados en lonchas o rodajas lo más adecuado es colocar cada porción una encima de otra, formando una torre que después se tendrá que envolver en papel de film transparente y guardar en el frigorífico. Cuando se quieran consumir de nuevo, basta con sacar de la nevera, y con bastante antelación, la pequeña torre de embutido (sin quitar aún el papel de plástico). Así, las lonchas o rodajas irán adaptándose a la temperatura ambiente y, un poco antes de comerlas, se retira ya el film trasparente y de dejan en un plato para que vayan sudando. Su sabor será el que tenían recién cortadas. Mmmmm…

En ocasiones esas lonchas las hemos cortado en casa de una pieza entera, por lo que es recomendable intentar cortar sólo la cantidad de embutido que se vaya a consumir en ese momento. Además, es importante dejar la piel a las rodajas que no se coman en ese instante, ya que actúa como protector del embutido y hace que no se seque con facilidad.


- Conservación del jamón, la cecina y otros -

Aunque “La regla de oro” que os indicábamos antes es la “norma” general, hay productos que tienen sus particulares trucos para conservar sus propiedades en perfecto estado. Especial mención hay que hacer a la conservación del jamón (ibérico o serrano) y a la de la cecina. Además de tener que cumplir a rajatabla esa gran recomendación de oro, prestando especial atención a que las piezas deben estar aireadas, por lo que colgarlas o colocarlas en un jamonero o en un cecinero sería lo mejor, también hay que tener en cuenta las siguientes pautas.

En estos casos, se debe retirar únicamente la corteza de la zona que se vaya a consumir, y lo mejor para la conservación del jamón o la cecina es guardar esa corteza y las capas de grasa, de tocino, que se van quitando al cortar el producto para colocarlas encima del corte. Así se evita que las piezas se sequen y que se produzca oxidación al contacto con el aire, la cual provocará un sabor y olor desagradables. También es aconsejable tapar el jamón o la cecina con un paño limpio para que no se sequen ni pierdan jugosidad, y si el trapo es de algodón, mejor que mejor, ya que protegerá las piezas del aire, pero éstas podrán respirar.

 Para la buena conservación del jamón, se debe tapar el corte con su propia corteza o con trozos de tocino

Para la conservación de la caña de lomo también se recomienda, además de aplicar “La regla de oro”, tapar la pieza con un paño de algodón, al igual que los perniles. En el caso del salchichón, el aspecto de la luz es muy importante, ya que si ésta incide sobre él, aunque sea por poco tiempo, su color y su sabor se van transformando, por lo que el truco del trapo de algodón también se recomienda para la adecuada conservación del salchichón.

Y si queréis que vuestros manjares del cerdo favoritos se conserven a la perfección, también podéis adquirir los embutidos envasados al vacío, bien comprando directamente este formato, o bien pidiendo que os hagan lonchas una pieza que hayáis adquirido, repartiéndoos las lascas en varios paquetes envasados al vacío que podréis consumir en diferentes ocasiones, y que conservarán sus propiedades intactas hasta el momento en que se abra el envase. Antes de abrirlo, se debe guardar en un lugar fresco, pero una vez abierto, es necesario envolver las lonchas sobrantes en papel film y guardarlas en la nevera.

Salvo en los casos de loncheados, o si no queda más remedio porque la temperatura donde se encuentren los embutidos supere los 25ºC y no tengamos otro lugar fresco “apto” según “La regla de oro”, somos partidarios de no guardar los embutidos curados en el frigorífico, ya que se ponen duros. En verano, y sobre todo en las grandes ciudades, no queda otra, así que para que los embutidos se ablanden un poco, se puede colocar sobre ellos un paño de algodón mojado en agua y bien escurrido. La tripa y la carne se ablandarán un poquito con la humedad, pero cuidado con la ella que, salvo en casos excepcionales como estos, hay que evitarla, por lo que os aconsejamos no tener embutidos o perniles cerca del fregadero o de la lavadora, ya que son zonas donde existe un alto grado de humedad en el aire.

Fuente http://embutishop.com/es/blog/87-como-conservar-embutidos

Entradas populares